Desde pequeña, siempre me fascinó trabajar con las manos, influenciada por mi padre, me gustaba mucho verlo con sus herramientas arreglando cosas. Esto despertó mi interés en las áreas técnicas y artísticas, descubriendo así mi verdadera vocación en la odontología. Una profesión que me permite transformar vidas a través de sonrisas saludables y estéticas.
Durante mi carrera enfrente retos significativos, como una fractura que me detuvo por dos años, pero nunca perdí de vista mi meta. Me gradué como licenciada en odontología y hoy tengo el privilegio de dedicarme a lo que amo.
Lo que más disfruto de mi trabajo es la conexión con mis pacientes. Valoro cada oportunidad para crear una experiencia positiva, meticulosa y personalizada, ayudando a transformar su percepción del cuidado dental y mostrando que una sonrisa saludable es el reflejo de una vida plena.