Mi objetivo es acompañar a mujeres, hombres, parejas y personas de todas las identidades en su vida reproductiva, para que nadie la atraviese en soledad. Ofrezco un espacio seguro donde puedan nombrar su dolor, miedos y decisiones sin juicio, y encuentren escucha genuina y herramientas para transitar sus procesos desde el respeto a su autonomía.
Me convertí en psicóloga porque sentía la necesidad profunda de acompañar a las personas en sus momentos más vulnerables. Descubrí mi vocación en la psicología reproductiva durante mi investigación universitaria sobre infertilidad en Costa Rica, donde vi de cerca los vacíos en atención especializada que existían.
Desde entonces, he dedicado mi carrera a formarme internacionalmente y mantenerme actualizada en las mejores prácticas basadas en evidencia.
Lo que más valoro de mi trabajo es poder acompañar a mujeres, hombres y parejas mientras exploran nuevas formas de comprender lo que les está sucediendo, descubren recursos que no sabían que tenían y aprenden herramientas concretas para construir sentido en medio de experiencias dolorosas como pérdidas gestacionales, diagnósticos prenatales complejos o la espera en tratamientos de reproducción asistida, entre muchos otros procesos de la vida reproductiva.
Trabajo integrando herramientas de terapias cognitivo-conductuales, ACT y DBT para ofrecer un acompañamiento riguroso y adaptado a cada persona y su proceso único.